No se me había ocurrido buscarme en Google, pero nunca es tarde. Así que al teclear mi nombre y apellidos sin comillas en el buscador, he descubierto que aparecen 856.000 resultados y, en cambio, al ponerlo con las comillas aparecen solamente 67 resultados. En las dos búsquedas, los 4 o 5 primeros resultados se tratan de mi perfil de facebook y el perfil de otra persona que se llama igual que yo (¡qué casualidad!). También aparece el blog en el que estoy escribiendo ahora mismo, otro blog que realicé con unas compañeras el año pasado para la optativa Documentación Audiovisual y, mi nombre y apellidos también están en una lista de admitidos para la selección de una bolsa de trabajo para la Feria de Tots Sants de Cocentaina.
He podido comprobar que la mayoría de los resultados que aparecen son sobre mis blogs. Blogs que he realizado expresamente para asignaturas, es decir, que me los han impuesto y no han sido por voluntad propia. Y ahora me doy cuenta de que debo aprovecharlos al máximo, incluso crear uno propio, en el que se reflejen mis aptitudes, mis ilusiones ante el futuro, mis pensamientos…. De esta forma, en el caso de que empresas me busquen por internet, tengan una referencia. Y espero, que dentro de unos años, al introducir mi nombre y apellidos en el buscador, aparezcan datos sombre mis experiencias profesionales en este mundo tan complicado de la publicidad y rrpp.
