Desde que empezó la crisis, el mercado laboral está sufriendo grandes cambios y, los jóvenes que empezamos nuestro camino profesional somos los más afectados y los que más dificultades tenemos para encontrar trabajo. Nos enfrentamos a un futuro incierto, con miedo a no saber qué pasará: si estaremos trabajando o continuaremos estudiando y especializándonos, si trabajaremos de lo “nuestro” o, quizás, en algo completamente diferente a lo que imaginábamos…
Es por eso que el mercado laboral se nos presenta como un reto, y para enfrentarse a él hay que ir bien preparado. Y, ¿cómo preparase? Hay que formarse académicamente, adquirir nuevos conocimientos, habilidades y actitudes que nos hagan destacar, ser diferentes de nuestros contrincantes y, de esta forma, conseguir el puesto de trabajo que deseábamos.
Debemos ser curiosos, observar y conocer el mundo laboral actual, sus cambios, las oportunidades que se nos presentan y que no debemos dejar escapar. Y esto conlleva a su vez ser atentos y muy pacientes. Nunca tirar la toalla. También hay que ser creativos, aportar algo nuevo y diferente, flexibles, responsables…Tener la capacidad de adaptarse a lo nuevo, de trabajar en equipo y ser solidarios. Y lo más importante, es tener seguridad en uno mismo y no perder nunca la esperanza.
