Ayer, 29 de septiembre, tuvo lugar la séptima huelga general en la historia de la democracia. Fue convocada por los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), en protesta por la reforma laboral y con el objetivo de que Zapatero rectifique. Los sindicatos no comparten las medidas de la reforma laboral ya que reduce las inversiones públicas, se recortan los salarios de los trabajadores, facilita y abarata el despido, se congelan las pensiones…. Y estas son solo algunas de las políticas de reforma que deterioran aún más la situación económica en la que nos encontramos y, en consecuencia, el aumento del paro. Además, esta reforma laboral favorece completamente los intereses de los empresarios, les otorga más poder. Un ejemplo de ello es que podrán despedir a los trabajadores sin apenas justificación e indemnizándoles con solo 20 días por año trabajado.
A nosotros, como futuros trabajadores, nos afectan todas estas medidas económicas y sociales que nos quieren imponer y, además, seremos los más perjudicados. No nos ofrecen estabilidad, empeorarán las condiciones laborales, salarios más bajos, nos pueden despedir con más facilidad… Si antes lo teníamos difícil para encontrar trabajo, ahora aún más.
